" EN ORDEN DE IMPORTANCIA: SAL, ACEITE DE OLIVA, LIMÓN Y AJO. LO SALADO ME PARECE MÁS ESENCIAL, PERO ME ENCANTA COCINAR DULCE TAMBIÉN, SOBRE TODO POR LA POSIBILIDAD DE ADORNARLO."
A ntonella se ha convertido en una especialista en crear conceptos gastronómicos novedosos: experiencias culinarias con toque propio. Su interés por la comida y el hecho de haber viajado por el mundo la han llevado a conocer diferentes culturas y con esto los diferentes rituales que acompañan a las comidas. Sin duda, todo este bagaje ha sido la fuente de inspiración para crear Camping, Baldomero, Food Rituals y Margarita, sus actuales proyectos gastronómicos en los que está a cargo de la dirección creativa, la carta, el interiorismo y la comunicación.
El arte y la gastronomía son sus pasiones, ambas heredadas de su familia argentina, donde nació y vivió durante su infancia. Luego, el devenir de la vida la fue llevando a que hiciera del mundo de la cocina su trabajo. Actualmente, todos sus proyectos transcurren en Barcelona, en donde reside desde la llegada de su hijo Luca en 2018. “En Barcelona tuve un hijo, por lo que se convirtió en la primera ciudad de la cual no me pude ir”. Para ella, esta circunstancia ha sido una sincronicidad que la llevó a quedarse quieta, a adoptar otro tipo de cualidades y a poder desarrollarse tanto personalmente como profesionalmente. “Era evidentemente algo que necesitaba muchísimo y sin embargo sucedió sin planearlo conscientemente.”
Al hablar del común denominador entre sus proyectos gastronómicos, Antonella destaca el sentido de humanidad y comunidad. También resalta la ventaja de trabajar junto a un grupo de amigos artistas como una posibilidad de crecimiento tanto para ellos como para el proyecto. Y asegura haber aprendido a trabajar en equipo en su tierra natal:
“La mayor influencia que veo en mis proyectos, es la forma de trabajar en equipo, con mucho compañerismo, generosidad y buena predisposición, las características que más valoro de mi país.”
Su propuesta más integral y osada es Food Rituals, una serie de eventos en los que conjuga varias de sus pasiones como la cocina, el arte, el teatro, su historia de vida e intereses: “todo se encontró en este proyecto. Me encanta porque me da la posibilidad de estudiar todo lo que siempre quise y no tuve tiempo de hacerlo”. Allí su trabajo se centra en la investigación sobre festividades antiguas, religiones, deidades, prácticas rituales, consumo y producción de alimentos a lo largo de la historia y en diferentes regiones del mundo, así como dirección de arte y escenografía.
Entre los planes para el futuro, señala que seguirán agrandando y expandiendo Food Rituals y que abrirá un restaurante en Barcelona en octubre que “va a ser bastante loquito”. ¡Habrá que ir a probar y a disfrutar de una nueva experiencia gastronómica!
Si bien hoy en día, el trabajo ocupa una gran parte de su vida, afirma que no le resulta pesado porque ha logrado aunar intereses, curiosidades y pasiones dentro de él. Para concluir Antonella nos regala su clave para poder trabajar de lo que amamos:
“Tomarse el tiempo de ser uno mismo, develar qué es lo que a uno lo hace uno, cuál es la historia de uno mismo, el camino recorrido. Si uno hace eso, seguro que lo que salga después será más genuino, tendrá una razón de ser en el mundo y en el mercado, porque todos somos muy únicos si miramos para adentro y no para afuera.”
Texto: Julia Lescano
" EN ORDEN DE IMPORTANCIA: SAL, ACEITE DE OLIVA, LIMÓN Y AJO. LO SALADO ME PARECE MÁS ESENCIAL, PERO ME ENCANTA COCINAR DULCE TAMBIÉN, SOBRE TODO POR LA POSIBILIDAD DE ADORNARLO."
A ntonella se ha convertido en una especialista en crear conceptos gastronómicos novedosos: experiencias culinarias con toque propio. Su interés por la comida y el hecho de haber viajado por el mundo la han llevado a conocer diferentes culturas y con esto los diferentes rituales que acompañan a las comidas. Sin duda, todo este bagaje ha sido la fuente de inspiración para crear Camping, Baldomero, Food Rituals y Margarita, sus actuales proyectos gastronómicos en los que está a cargo de la dirección creativa, la carta, el interiorismo y la comunicación.
El arte y la gastronomía son sus pasiones, ambas heredadas de su familia argentina, donde nació y vivió durante su infancia. Luego, el devenir de la vida la fue llevando a que hiciera del mundo de la cocina su trabajo. Actualmente, todos sus proyectos transcurren en Barcelona, en donde reside desde la llegada de su hijo Luca en 2018. “En Barcelona tuve un hijo, por lo que se convirtió en la primera ciudad de la cual no me pude ir”. Para ella, esta circunstancia ha sido una sincronicidad que la llevó a quedarse quieta, a adoptar otro tipo de cualidades y a poder desarrollarse tanto personalmente como profesionalmente. “Era evidentemente algo que necesitaba muchísimo y sin embargo sucedió sin planearlo conscientemente.”
Al hablar del común denominador entre sus proyectos gastronómicos, Antonella destaca el sentido de humanidad y comunidad. También resalta la ventaja de trabajar junto a un grupo de amigos artistas como una posibilidad de crecimiento tanto para ellos como para el proyecto. Y asegura haber aprendido a trabajar en equipo en su tierra natal:
“La mayor influencia que veo en mis proyectos, es la forma de trabajar en equipo, con mucho compañerismo, generosidad y buena predisposición, las características que más valoro de mi país.”
Su propuesta más integral y osada es Food Rituals, una serie de eventos en los que conjuga varias de sus pasiones como la cocina, el arte, el teatro, su historia de vida e intereses: “todo se encontró en este proyecto. Me encanta porque me da la posibilidad de estudiar todo lo que siempre quise y no tuve tiempo de hacerlo”. Allí su trabajo se centra en la investigación sobre festividades antiguas, religiones, deidades, prácticas rituales, consumo y producción de alimentos a lo largo de la historia y en diferentes regiones del mundo, así como dirección de arte y escenografía.
Entre los planes para el futuro, señala que seguirán agrandando y expandiendo Food Rituals y que abrirá un restaurante en Barcelona en octubre que “va a ser bastante loquito”. ¡Habrá que ir a probar y a disfrutar de una nueva experiencia gastronómica!
Si bien hoy en día, el trabajo ocupa una gran parte de su vida, afirma que no le resulta pesado porque ha logrado aunar intereses, curiosidades y pasiones dentro de él. Para concluir Antonella nos regala su clave para poder trabajar de lo que amamos:
“Tomarse el tiempo de ser uno mismo, develar qué es lo que a uno lo hace uno, cuál es la historia de uno mismo, el camino recorrido. Si uno hace eso, seguro que lo que salga después será más genuino, tendrá una razón de ser en el mundo y en el mercado, porque todos somos muy únicos si miramos para adentro y no para afuera.”
Texto: Julia Lescano