ALETHEIA

H ace 12 años, a partir del encuentro con amigas durante una actividad de terapia, nació Aletheia de la mano de Gavina Ligas, quien previamente transitó el mundo de la moda con Sybilla por mas de dos décadas. Tras ser diagnosticada de esclerosis múltiple sintió la necesidad de crear una marca y una forma de trabajar más sostenible  para su propia salud, para la de la humanidad y la del medio ambiente. 

"El espíritu de este proyecto es recorrer el camino de manera mas consciente, lenta y orgánica", nos cuenta su fundadora. El equipo nació de una manera natural como una búsqueda de la verdad, a través del trabajo con las manos y la naturaleza. De ahí el nombre de aletheia. 

Empezaron haciendo pop ups, exposiciones y ventas privadas hasta que por fin encontraron su peculiar taller frente al río llamado “sótano A”. Actualmente forman parte de la sociedad de artesanía SACo y cuentan además, con la colaboración de la divulgadora del reino vegetal Aina S.Erice.

Las prendas son elaboradas artesanalmente en un proceso muy cuidado. Son diseños atemporales, pensados para permanecer, temporada tras temporada, con pequeños matices y cambios que introducen de vez en cuando.

"La inspiración siempre es el estudio de la sencillez y del no-desperdicio: creamos patrones que no solo son cómodos y elegantes, sino que también aprovechan la tela, recurso precioso que debemos honrar, lo mejor posible."

El principal sello de la marca es el uso de tintes naturales para darle color a sus prendas. Plantas que nos ofrece la naturaleza en nuestro entorno cercano, los que no crecen en nuestro clima son seleccionados por su gran calidad. Sus clientes buscan algo más allá de la moda convencional, quieren saber de dónde vienen y cómo se elaboran sus prendas sin renunciar a la comodidad y a la belleza en armonía con el entorno.

"No creemos en la producción convencional sino que cada prenda es única, porque cada seda teñida es irrepetible, fruto de la «personalidad» del tinte, con sus matices e imperfecciones, y del proceso artesanal que seguimos."

Como parte de la propuesta brindan talleres de teñido al natural y de bordado japonés, ya que para Atheleia, Japón no es solo un horizonte al que llegar, sino una raíz, una fuente de inspiración determinante para la creación de la marca debido a que Gavina tuvo desde siempre una fuerte vinculación con el país por motivos familiares y laborales. “La filosofía japonesa ante la artesanía, los colores, la forma de tratar las materia y el rechazo al derroche forman parte del mismo ADN de Aletheia”.

¿Su deseo para el futuro?: "nos encantaría que, después de tantos años construyendo nuestro nido en España, Aletheia — que es proyecto mestizo donde conviven personas de distintas partes del planeta — desplegase las alas y volase también a otras partes del mundo".