" LAURA OCHOA TRANSMITE LUZ A TRAVÉS DE CADA UNA DE LAS COSAS QUE LLEVA A CABO, TANTO EN SU TRAYECTORIA EN EL MUNDO AUDIOVISUAL COMO EN SU PROYECTO MÁS PERSONAL COMO BLOGGER GASTRONÓMICA. UNA PEQUEÑA PASIÓN QUE AÑADE ESE TOQUE DE SABOR A SU VIDA Y A LA DE TODA AQUELLA PERSONA QUE ATERRIZA EN SU BLOG."
A veces me permito escuchar mis corazonadas. Es una de las frases con las que Laura Ochoa nos cuenta algunas de las claves que le han llevado a vivir su presente. Algo tan sencillo como darse la oportunidad de reflexionar, decidir hacia dónde caminar e incluso abrazar el derecho a equivocarse. Porque es a través de la experimentación, de los nuevos retos como muchas veces conseguimos conocer nuestro yo más profundo.
Es así como Laura Ochoa, nacida en Salamanca decidió durante años descubrir aquello que le hacía feliz. Desde muy joven, viajó y pasó largas temporadas por diferentes ciudades de Inglaterra así como Edimburgo, Ámsterdam, Mallorca y Madrid, de la que se enamoró de forma natural haciéndole permanecer en ella los últimos doce años. Durante todos estos años, Laura ha podido trabajar en el mundo de la publicidad desarrollando diferentes funciones creativas para compañías tan importantes como Disney, Draftfcb o Social Noise. Un mundo, que, aunque a priori se disfrazaba como escenario perfecto para una joven creativa, a Laura no le hacía sentir del todo bien.
“Siempre pensé que quería ser Creativa pero la verdad que me sentía encerrada y muy desmotivada. Sentía que necesitaba otro tipo de trabajo que consiguiera hacerme feliz”.
A raíz del fallecimiento de su padre, y sin darse cuenta, Laura entró en una espiral destructiva en el que además de no gestionar el luto adecuadamente se encerró tanto en el trabajo que le hizo sentir desconectada, con la necesidad de hacer un alto en el camino que le diera la oportunidad de cambiar el rumbo. Un momento difícil en el que a través del dolor y el desconcierto fue capaz de ser honesta consigo misma. Laura se hizo fuerte ante la adversidad. Tras sentir que caía en repetidas ocasiones hizo lo más importante. Levantarse. Más fuerte, más consciente. Valorando aquello que si quería mantener en su vida y deshaciéndose de todo aquello que le hacía sentir incómoda. Y desde ahí comenzó a construir un escenario diferente donde sentirse en paz. Y es que en muchas ocasiones son los momentos de mayor oscuridad los que nos acaban haciendo brillar hasta sacar nuestra mejor versión. Laura lo hizo para dar vida a su proyecto gastronómico.
“Comenzó hace unos 7 años. Por entonces estaba recayendo y dejando a mi TCA que ganara la batalla y una mañana decidí darle la vuelta a la situación. Pensé que comida era la que menos me costaba ingerir y me dediqué a cocinar y fotografiar todas mis comidas, porque me di cuenta que a través de la belleza me costaba menos comer”.
Laura observó como todo lo que rodea al mundo de la cocina y los ingredientes es tremendamente sensorial y así consiguió convertir una de sus debilidades en una de sus fortalezas más importantes. Desde entonces, las oportunidades creativas comenzaron a llamar a su puerta fotografiando para bloggers gastronómicos como Con el Morro Fino, Eat&Love o Plan Madrid. Bodegones inspiradores que transmitieran multitud de sensaciones y que le llevó a trabajar para marcas y encargarse de la dirección de arte en rodajes, escenarios cada vez más grandes hasta llegar al momento que vive a día de hoy.
Un presente en el que compagina proyectos relacionados con la publicidad, la comunicación audiovisual a la vez que elabora recetas sobre sus comidas favoritas en redes sociales. En ellas, redacta y explica detalladamente cada uno de sus platos, veganos y vegetarianos principalmente y con una clara influencia asiática. Desde todo tipo de cremas y sopas, pasando por onigiris, pastas y algún que otro postre como pudding. A cada cual más delicioso. Algo que complementa con sus continuos proyectos artísticos que le hacen vivir un presente vertiginoso pero que esta vez, si que saborea y disfruta de cada uno de sus pasos.
Para ello, Laura destaca como una de las claves “sentirme cómoda y segura haciendo lo que hago junto a un equipo de personas que a día de hoy forman mi equipo. Son muchos años trabajando con las mismas personas y gracias a ellos nos complementamos consiguiendo un departamento de arte equilibrado”.
Laura es ejemplo de lucha y de una inquietud positiva que le ha llevado a reinventarse. Esa que le ayuda a descubrir sus pequeñas pasiones y le acerca a un espacio de vida donde es capaz de apreciar la felicidad en las cosas más sencillas. Una cena romántica, un paseo con sus perros, leer sobre cocina y organizar todo el contenido de su blog, una buena conversación entre amigas. Son esas cosas cotidianas que además de vivirlas, hay que sentirlas de forma consciente y darle el valor que realmente tienen. Y Laura hace tiempo que decidió llevarlo a cabo. Desde entonces, ella brilla y los que están a su alrededor sienten su reflejo creativo y natural.
Fotografías: Laura Ochoa y Damián Comendador
" LAURA OCHOA TRANSMITE LUZ A TRAVÉS DE CADA UNA DE LAS COSAS QUE LLEVA A CABO, TANTO EN SU TRAYECTORIA EN EL MUNDO AUDIOVISUAL COMO EN SU PROYECTO MÁS PERSONAL COMO BLOGGER GASTRONÓMICA. UNA PEQUEÑA PASIÓN QUE AÑADE ESE TOQUE DE SABOR A SU VIDA Y A LA DE TODA AQUELLA PERSONA QUE ATERRIZA EN SU BLOG."
A veces me permito escuchar mis corazonadas. Es una de las frases con las que Laura Ochoa nos cuenta algunas de las claves que le han llevado a vivir su presente. Algo tan sencillo como darse la oportunidad de reflexionar, decidir hacia dónde caminar e incluso abrazar el derecho a equivocarse. Porque es a través de la experimentación, de los nuevos retos como muchas veces conseguimos conocer nuestro yo más profundo.
Es así como Laura Ochoa, nacida en Salamanca decidió durante años descubrir aquello que le hacía feliz. Desde muy joven, viajó y pasó largas temporadas por diferentes ciudades de Inglaterra así como Edimburgo, Ámsterdam, Mallorca y Madrid, de la que se enamoró de forma natural haciéndole permanecer en ella los últimos doce años. Durante todos estos años, Laura ha podido trabajar en el mundo de la publicidad desarrollando diferentes funciones creativas para compañías tan importantes como Disney, Draftfcb o Social Noise. Un mundo, que, aunque a priori se disfrazaba como escenario perfecto para una joven creativa, a Laura no le hacía sentir del todo bien.
“Siempre pensé que quería ser Creativa pero la verdad que me sentía encerrada y muy desmotivada. Sentía que necesitaba otro tipo de trabajo que consiguiera hacerme feliz”.
A raíz del fallecimiento de su padre, y sin darse cuenta, Laura entró en una espiral destructiva en el que además de no gestionar el luto adecuadamente se encerró tanto en el trabajo que le hizo sentir desconectada, con la necesidad de hacer un alto en el camino que le diera la oportunidad de cambiar el rumbo. Un momento difícil en el que a través del dolor y el desconcierto fue capaz de ser honesta consigo misma. Laura se hizo fuerte ante la adversidad. Tras sentir que caía en repetidas ocasiones hizo lo más importante. Levantarse. Más fuerte, más consciente. Valorando aquello que si quería mantener en su vida y deshaciéndose de todo aquello que le hacía sentir incómoda. Y desde ahí comenzó a construir un escenario diferente donde sentirse en paz. Y es que en muchas ocasiones son los momentos de mayor oscuridad los que nos acaban haciendo brillar hasta sacar nuestra mejor versión. Laura lo hizo para dar vida a su proyecto gastronómico.
“Comenzó hace unos 7 años. Por entonces estaba recayendo y dejando a mi TCA que ganara la batalla y una mañana decidí darle la vuelta a la situación. Pensé que comida era la que menos me costaba ingerir y me dediqué a cocinar y fotografiar todas mis comidas, porque me di cuenta que a través de la belleza me costaba menos comer”.
Laura observó como todo lo que rodea al mundo de la cocina y los ingredientes es tremendamente sensorial y así consiguió convertir una de sus debilidades en una de sus fortalezas más importantes. Desde entonces, las oportunidades creativas comenzaron a llamar a su puerta fotografiando para bloggers gastronómicos como Con el Morro Fino, Eat&Love o Plan Madrid. Bodegones inspiradores que transmitieran multitud de sensaciones y que le llevó a trabajar para marcas y encargarse de la dirección de arte en rodajes, escenarios cada vez más grandes hasta llegar al momento que vive a día de hoy.
Un presente en el que compagina proyectos relacionados con la publicidad, la comunicación audiovisual a la vez que elabora recetas sobre sus comidas favoritas en redes sociales. En ellas, redacta y explica detalladamente cada uno de sus platos, veganos y vegetarianos principalmente y con una clara influencia asiática. Desde todo tipo de cremas y sopas, pasando por onigiris, pastas y algún que otro postre como pudding. A cada cual más delicioso. Algo que complementa con sus continuos proyectos artísticos que le hacen vivir un presente vertiginoso pero que esta vez, si que saborea y disfruta de cada uno de sus pasos.
Para ello, Laura destaca como una de las claves “sentirme cómoda y segura haciendo lo que hago junto a un equipo de personas que a día de hoy forman mi equipo. Son muchos años trabajando con las mismas personas y gracias a ellos nos complementamos consiguiendo un departamento de arte equilibrado”.
Laura es ejemplo de lucha y de una inquietud positiva que le ha llevado a reinventarse. Esa que le ayuda a descubrir sus pequeñas pasiones y le acerca a un espacio de vida donde es capaz de apreciar la felicidad en las cosas más sencillas. Una cena romántica, un paseo con sus perros, leer sobre cocina y organizar todo el contenido de su blog, una buena conversación entre amigas. Son esas cosas cotidianas que además de vivirlas, hay que sentirlas de forma consciente y darle el valor que realmente tienen. Y Laura hace tiempo que decidió llevarlo a cabo. Desde entonces, ella brilla y los que están a su alrededor sienten su reflejo creativo y natural.
Fotografías: Laura Ochoa y Damián Comendador