" TRABAJAR CON VELAS, MOLDEARLAS Y DARLES FORMA, HA SIDO PARA MI UN REGRESO A LOS MEJORES MOMENTOS DE LA INFANCIA, A ESOS RECUERDOS QUE QUIERO QUE OTRAS PERSONAS PUEDAN TAMBIÉN COMPARTIR".
L a luz y el olor de las velas nos transportan fácilmente, casi sin que nos demos cuenta, a lugares más sencillos donde el ritmo de la vida se ralentiza y sensaciones familiares nos envuelven. No es difícil imaginar cómo nació la pasión de Fernanda, la diseñadora argentina que en 2021 fundó la empresa de velas artesanales de cera de abeja Casa Tenue. Como ella misma indica, “Llegué al mundo de las velas en mi afán de unir la artesanía y el diseño para generar experiencias únicas. Casa Tenue es otra forma de crear y de consumir: auténtica, pausada y consciente.”
Fernanda nos cuenta también cómo el nacimiento de su marca se halla estrechamente entrelazado con los recuerdos de su infancia: “Llevaba años queriendo tener un espacio donde poder dar a luz los objetos que creaba, ya que siempre he tenido este vínculo íntimo con la artesanía y el diseño. En un comienzo, pensé en enfocar mi negocio en la cerámica; fue entonces cuando llegó a mis manos por pura casualidad un kit para hacer velas naturales. Con la cera derretida en mis manos, enseguida vinieron a mi cabeza aquellos días de mi niñez en un colegio Waldorf de Buenos Aires. Me sentí de nuevo emocionada y en paz conmigo misma, y tuve claro que quería ejercitar mi creatividad produciendo velas.”
A esta primera experiencia reveladora siguieron muchas horas de trabajo, largas jornadas dedicadas a la investigación sobre la cera de las abejas y de aprendizaje de técnicas tradicionales. Con la sonrisa que siempre la acompaña, Fernanda describe sus primeros pasos en el mundo de las velas artesanales y comparte con nosotros la alegría que sintió al hallar el modelo que podría por fin comercializar. Tras múltiples intentos, dio con un diseño sencillo, bonito y relativamente fácil de replicar, pudiendo así producir un gran número de unidades y dar lugar a velas parecidas entre sí, pero siempre únicas.
“El trabajo pausado es imprescindible cuando trabajas con velas de cera de abeja”, explica Fernanda. “Tienen su propio ritmo y, si quieres avanzar demasiado deprisa, se quejan. Al comienzo intenté hacerlas más rápido, pero siempre me salían mal cuando no les dedicaba el tiempo que requieren. No me costó mucho entender que no es posible producir velas a un ritmo más acelerado: la cera se tiene que secar entre inmersión e inmersión, lo que provoca que haya que esperar un tiempo determinado entre capa y capa, y además la concentración nunca puede fallar cuando se trabaja con un líquido muy caliente. Esto tiene también su parte positiva, claro, y es que este proceso de fabricación tiene mucho de meditación, transmite tranquilidad y me ha ayudado a mejorar mi capacidad de concentración.”
Además de en su producto, que destila calidad y cariño, Fernanda puso especial atención en crear una marca fuerte, con valores fuertes y comunicados de forma clara. Así, se valió de su formación y experiencia profesional pasada como diseñadora gráfica para conseguir que la web, el empaquetado y las etiquetas que acompañan a las velas reflejaran el cuidado puesto en su elaboración. Fernanda cuenta cómo se propuso pensar en cada pequeño aspecto de la empresa, poniendo corazón y alma hasta en el último detalle para poder transmitir a sus clientes lo especial que es el producto que llega a sus hogares. Y es que las velas de Casa Tenue se elaboran con cera proveniente de la sierra madrileña, recogida por apicultores escogidos uno a uno por Fernanda y moldeada según los cánones de la tradición cerera.
“Como parte de mi filosofía de marca, no empleo cera cuyo origen no esté claro; para mí es esencial conocer de primera mano a cada apicultor y asegurarme de que la materia prima es de primera calidad y se ha recogido siguiendo procesos totalmente sostenibles”, afirma la diseñadora argentina. “A mí me encanta recoger las antiguas tradiciones y darles vida, honrando la labor de las cereras al tiempo que investigo con diferentes colores y formas. He ido ampliando la oferta de mi web con candelabros de cerámica y otros soportes que hago a mano, y entre mis planes está trasladar mi actividad a un taller algo más grande y aumentar mi volumen de negocio. Quiero lanzar una edición limitada de velas de colores (teñidas con productos naturales, por supuesto) dos veces al año, así como ofrecer velas personalizadas a marcas y empresas.”
Texto: José María Sainz-Maza Del Olmo
Fotografías: Marta Machín
" TRABAJAR CON VELAS, MOLDEARLAS Y DARLES FORMA, HA SIDO PARA MI UN REGRESO A LOS MEJORES MOMENTOS DE LA INFANCIA, A ESOS RECUERDOS QUE QUIERO QUE OTRAS PERSONAS PUEDAN TAMBIÉN COMPARTIR".
L a luz y el olor de las velas nos transportan fácilmente, casi sin que nos demos cuenta, a lugares más sencillos donde el ritmo de la vida se ralentiza y sensaciones familiares nos envuelven. No es difícil imaginar cómo nació la pasión de Fernanda, la diseñadora argentina que en 2021 fundó la empresa de velas artesanales de cera de abeja Casa Tenue. Como ella misma indica, “Llegué al mundo de las velas en mi afán de unir la artesanía y el diseño para generar experiencias únicas. Casa Tenue es otra forma de crear y de consumir: auténtica, pausada y consciente.”
Fernanda nos cuenta también cómo el nacimiento de su marca se halla estrechamente entrelazado con los recuerdos de su infancia: “Llevaba años queriendo tener un espacio donde poder dar a luz los objetos que creaba, ya que siempre he tenido este vínculo íntimo con la artesanía y el diseño. En un comienzo, pensé en enfocar mi negocio en la cerámica; fue entonces cuando llegó a mis manos por pura casualidad un kit para hacer velas naturales. Con la cera derretida en mis manos, enseguida vinieron a mi cabeza aquellos días de mi niñez en un colegio Waldorf de Buenos Aires. Me sentí de nuevo emocionada y en paz conmigo misma, y tuve claro que quería ejercitar mi creatividad produciendo velas.”
A esta primera experiencia reveladora siguieron muchas horas de trabajo, largas jornadas dedicadas a la investigación sobre la cera de las abejas y de aprendizaje de técnicas tradicionales. Con la sonrisa que siempre la acompaña, Fernanda describe sus primeros pasos en el mundo de las velas artesanales y comparte con nosotros la alegría que sintió al hallar el modelo que podría por fin comercializar. Tras múltiples intentos, dio con un diseño sencillo, bonito y relativamente fácil de replicar, pudiendo así producir un gran número de unidades y dar lugar a velas parecidas entre sí, pero siempre únicas.
“El trabajo pausado es imprescindible cuando trabajas con velas de cera de abeja”, explica Fernanda. “Tienen su propio ritmo y, si quieres avanzar demasiado deprisa, se quejan. Al comienzo intenté hacerlas más rápido, pero siempre me salían mal cuando no les dedicaba el tiempo que requieren. No me costó mucho entender que no es posible producir velas a un ritmo más acelerado: la cera se tiene que secar entre inmersión e inmersión, lo que provoca que haya que esperar un tiempo determinado entre capa y capa, y además la concentración nunca puede fallar cuando se trabaja con un líquido muy caliente. Esto tiene también su parte positiva, claro, y es que este proceso de fabricación tiene mucho de meditación, transmite tranquilidad y me ha ayudado a mejorar mi capacidad de concentración.”
Además de en su producto, que destila calidad y cariño, Fernanda puso especial atención en crear una marca fuerte, con valores fuertes y comunicados de forma clara. Así, se valió de su formación y experiencia profesional pasada como diseñadora gráfica para conseguir que la web, el empaquetado y las etiquetas que acompañan a las velas reflejaran el cuidado puesto en su elaboración. Fernanda cuenta cómo se propuso pensar en cada pequeño aspecto de la empresa, poniendo corazón y alma hasta en el último detalle para poder transmitir a sus clientes lo especial que es el producto que llega a sus hogares. Y es que las velas de Casa Tenue se elaboran con cera proveniente de la sierra madrileña, recogida por apicultores escogidos uno a uno por Fernanda y moldeada según los cánones de la tradición cerera.
“Como parte de mi filosofía de marca, no empleo cera cuyo origen no esté claro; para mí es esencial conocer de primera mano a cada apicultor y asegurarme de que la materia prima es de primera calidad y se ha recogido siguiendo procesos totalmente sostenibles”, afirma la diseñadora argentina. “A mí me encanta recoger las antiguas tradiciones y darles vida, honrando la labor de las cereras al tiempo que investigo con diferentes colores y formas. He ido ampliando la oferta de mi web con candelabros de cerámica y otros soportes que hago a mano, y entre mis planes está trasladar mi actividad a un taller algo más grande y aumentar mi volumen de negocio. Quiero lanzar una edición limitada de velas de colores (teñidas con productos naturales, por supuesto) dos veces al año, así como ofrecer velas personalizadas a marcas y empresas.”
Texto: José María Sainz-Maza Del Olmo
Fotografías: Marta Machín