"DECIDÍ COMENZAR MI PROYECTO CUANDO FOTOGRAFIÉ A MARIANO, UNA PERSONA SIN HOGAR CUYA CONVERSACIÓN ME ABRIÓ TANTO LA MENTE QUE DECIDÍ DEDICAR MI VIDA A ACERCARME A PERSONAS DESCONOCIDAS. DESDE ENTONCES PUEDO DECIR QUE ALL THESE HUMANS ES UN PROYECTO SOBRE EL SER HUMANO, PARA EL SER HUMANO ".
D ecía un viejo proverbio chino que todos somos hojas movidas por el viento. Y así es. El resultado de un constante proceso de cambios prolongados en el tiempo que consiguen dar forma a nuestra personalidad a través de experiencias que nos ayudan a evolucionar y a conseguir sacar nuestra mejor versión. Así de sencillo pero complejo al mismo tiempo. Como si de un estado vital se tratara, Iñigo Echenique, también conocido como Bambú relata su historia personal a través de un proceso de cambio que vivió de forma progresiva a lo largo de los años. “Siento que somos seres cambiantes y adaptables, y cambiar de nombre me ayuda a ser consciente de que puedo transformarme continuamente. El nombre de Iñigo me acompañó durante mis primeros veinte años de vida, en los que me formé en un sistema educativo convencional, de esos que tienden a suprimir la creatividad, donde mucho aprendí a base de tropezar con un sinfín de obstáculos”, nos cuenta Iñigo.
Y es que fue a raíz de un obstáculo como Bambú sintió una llamada interior que le invitó a crear un punto de inflexión en su vida. Una lesión de espalda llegó de forma repentina impidiéndole realizar una vida normal con algunas crisis acompañadas de los peores dolores que jamás había experimentado. Finalmente decidió operarse y a lo largo de un periodo lento de recuperación comenzó a empatizar mucho con las personas que sufren. Aquellas que habitualmente miramos desde la distancia y una zona de confort alejada de cada una de sus vidas.
“Durante mi periodo de recuperación, me dediqué a recorrer las calles de Madrid en las que había albergues de personas sin hogar. Gracias a ello, comencé a hacer los primeros retratos de mi proyecto “All These Humans”, que comenzó como un proyecto altruista para conectar a las personas y me ha llevado a viajar por una buena parte del mundo”.
Acercarse a las personas sin hogar fue una experiencia que ayudó a Bambú a comprender mucho mejor al ser humano, teniendo menos prejuicios, más empatía. Una forma diferente de ver la vida y de mirar a las personas. Porque, al fin y al cabo, todos somos víctimas de nuestras circunstancias que irremediablemente nos llevan en ocasiones a atravesar momentos de oscuridad. Pero tras largas conversaciones con diferentes personas sin hogar, Bambú se dio cuenta que las pequeñas acciones pueden ser tan sólo el inicio de grandes y bonitos proyectos. Algo tan sencillo como una sonrisa o un abrazo. El impacto que nuestros actos pueden tener sobre los demás no tiene límites.
A partir de ahí, “All These Humans” se convirtió en un proyecto sobre el ser humano y para el ser humano. Bambú utilizó su experiencia en el mundo de la fotografía, así como su pasión por la naturaleza, la vida sana y el ejercicio físico para organizar diferentes viajes que reunieran todos esos ingredientes apasionantes. Una experiencia de viaje distinta en la que además de disfrutar del destino, las personas guarden en su memoria momentos inolvidables. “En nuestros viajes nos gusta conseguir que las personas salgan de su zona de confort y experimenten. Nos gusta ayudar a romper barreras y reconectar con ese niño interior que a veces dejamos olvidado”, afirma Bambú.
Entre muchos de los destinos que ha visitado durante los últimos años, destacan paraísos naturales como Islandia o Dolomitas. Lugares únicos al que un gran número de personas interesadas en la fotografía quieren acudir. Montañas, cascadas, lagos infinitos y paisajes maravillosos que invitan a disfrutar de la naturaleza, a la meditación y a profundizar en lo más hondo del ser humano.
Los viajes organizados por “All These Humans” se han convertido en todo un éxito consolidándose como una opción de viaje para aquellas personas que buscan conectar con otros seres humanos a través de un proceso que les ayude a alinear cuerpo, mente y alma. “Una forma de comprender mejor todo lo que ocurre en nuestro interior y a nuestro alrededor, estimulando nuestra creatividad”, afirma Iñigo.
Pero además, el proyecto creado por Bambú va mucho más allá de la pasión por viajar y la fotografía. Su particular visión de la vida y de las personas ha conseguido que parte de los beneficios conseguidos a través de sus cursos, tutoriales y libros además de una gran cantidad de donaciones derivadas de sus seguidores vayan destinados a proyectos benéficos. Entre ellos destaca la reciente construcción de una escuela para niños ubicada en Ypane (Paraguay), que tiene como objetivo que los niños tengan la posibilidad de terminar sus estudios. Algo de lo que Bambú y todo su equipo se sienten tremendamente orgullosos.
All These Humans es un proyecto que ha ido evolucionando y que pone de manifiesto la importancia de las pequeñas acciones y el gran impacto que puede tener en todos aquellos que nos rodean. Un proyecto que como define su fundador, “busca cuidar de la Tierra, mejorar la experiencia vital de los humanos y también de los animales”. Un proyecto de vida que merece ser descubierto y compartido.
"DECIDÍ COMENZAR MI PROYECTO CUANDO FOTOGRAFIÉ A MARIANO, UNA PERSONA SIN HOGAR CUYA CONVERSACIÓN ME ABRIÓ TANTO LA MENTE QUE DECIDÍ DEDICAR MI VIDA A ACERCARME A PERSONAS DESCONOCIDAS. DESDE ENTONCES PUEDO DECIR QUE ALL THESE HUMANS ES UN PROYECTO SOBRE EL SER HUMANO, PARA EL SER HUMANO ".
D ecía un viejo proverbio chino que todos somos hojas movidas por el viento. Y así es. El resultado de un constante proceso de cambios prolongados en el tiempo que consiguen dar forma a nuestra personalidad a través de experiencias que nos ayudan a evolucionar y a conseguir sacar nuestra mejor versión. Así de sencillo pero complejo al mismo tiempo. Como si de un estado vital se tratara, Iñigo Echenique, también conocido como Bambú relata su historia personal a través de un proceso de cambio que vivió de forma progresiva a lo largo de los años. “Siento que somos seres cambiantes y adaptables, y cambiar de nombre me ayuda a ser consciente de que puedo transformarme continuamente. El nombre de Iñigo me acompañó durante mis primeros veinte años de vida, en los que me formé en un sistema educativo convencional, de esos que tienden a suprimir la creatividad, donde mucho aprendí a base de tropezar con un sinfín de obstáculos”, nos cuenta Iñigo.
Y es que fue a raíz de un obstáculo como Bambú sintió una llamada interior que le invitó a crear un punto de inflexión en su vida. Una lesión de espalda llegó de forma repentina impidiéndole realizar una vida normal con algunas crisis acompañadas de los peores dolores que jamás había experimentado. Finalmente decidió operarse y a lo largo de un periodo lento de recuperación comenzó a empatizar mucho con las personas que sufren. Aquellas que habitualmente miramos desde la distancia y una zona de confort alejada de cada una de sus vidas.
“Durante mi periodo de recuperación, me dediqué a recorrer las calles de Madrid en las que había albergues de personas sin hogar. Gracias a ello, comencé a hacer los primeros retratos de mi proyecto “All These Humans”, que comenzó como un proyecto altruista para conectar a las personas y me ha llevado a viajar por una buena parte del mundo”.
Acercarse a las personas sin hogar fue una experiencia que ayudó a Bambú a comprender mucho mejor al ser humano, teniendo menos prejuicios, más empatía. Una forma diferente de ver la vida y de mirar a las personas. Porque, al fin y al cabo, todos somos víctimas de nuestras circunstancias que irremediablemente nos llevan en ocasiones a atravesar momentos de oscuridad. Pero tras largas conversaciones con diferentes personas sin hogar, Bambú se dio cuenta que las pequeñas acciones pueden ser tan sólo el inicio de grandes y bonitos proyectos. Algo tan sencillo como una sonrisa o un abrazo. El impacto que nuestros actos pueden tener sobre los demás no tiene límites.
A partir de ahí, “All These Humans” se convirtió en un proyecto sobre el ser humano y para el ser humano. Bambú utilizó su experiencia en el mundo de la fotografía, así como su pasión por la naturaleza, la vida sana y el ejercicio físico para organizar diferentes viajes que reunieran todos esos ingredientes apasionantes. Una experiencia de viaje distinta en la que además de disfrutar del destino, las personas guarden en su memoria momentos inolvidables. “En nuestros viajes nos gusta conseguir que las personas salgan de su zona de confort y experimenten. Nos gusta ayudar a romper barreras y reconectar con ese niño interior que a veces dejamos olvidado”, afirma Bambú.
Entre muchos de los destinos que ha visitado durante los últimos años, destacan paraísos naturales como Islandia o Dolomitas. Lugares únicos al que un gran número de personas interesadas en la fotografía quieren acudir. Montañas, cascadas, lagos infinitos y paisajes maravillosos que invitan a disfrutar de la naturaleza, a la meditación y a profundizar en lo más hondo del ser humano.
Los viajes organizados por “All These Humans” se han convertido en todo un éxito consolidándose como una opción de viaje para aquellas personas que buscan conectar con otros seres humanos a través de un proceso que les ayude a alinear cuerpo, mente y alma. “Una forma de comprender mejor todo lo que ocurre en nuestro interior y a nuestro alrededor, estimulando nuestra creatividad”, afirma Iñigo.
Pero además, el proyecto creado por Bambú va mucho más allá de la pasión por viajar y la fotografía. Su particular visión de la vida y de las personas ha conseguido que parte de los beneficios conseguidos a través de sus cursos, tutoriales y libros además de una gran cantidad de donaciones derivadas de sus seguidores vayan destinados a proyectos benéficos. Entre ellos destaca la reciente construcción de una escuela para niños ubicada en Ypane (Paraguay), que tiene como objetivo que los niños tengan la posibilidad de terminar sus estudios. Algo de lo que Bambú y todo su equipo se sienten tremendamente orgullosos.
All These Humans es un proyecto que ha ido evolucionando y que pone de manifiesto la importancia de las pequeñas acciones y el gran impacto que puede tener en todos aquellos que nos rodean. Un proyecto que como define su fundador, “busca cuidar de la Tierra, mejorar la experiencia vital de los humanos y también de los animales”. Un proyecto de vida que merece ser descubierto y compartido.